Fernando Carabajal / Think Tanks (IM-Producción Reciente)

Sala Principal
12 de junio – 16 de octubre, 2013

Artista visual y poeta igualmente maduro, Fernando Carabajal es el centro de su propio sistema binario. Las manifestaciones desde dentro de los mundos aparentemente elegantes y barrocamente detallados de su creación están irrevocablemente vinculados entre sí: la palabra y la imagen permanecen como la insistencia del artista de que “la dialéctica fundamental y ancestral es el silencio y el ruido.” Este dualismo inherente permite una sinestesia visual relacional entre sus obras, incluso mientras insisten en su propia autonomía inviable.

Gran parte de los Think tanks (depósitos de ideas) pueden leerse como una crítica institucional oblicua, inflexible en su rechazo de los resultados establecidos y un sinfín de discusiones en torno al arte contemporáneo. Para Carabajal, retrocesos y paradojas crean zonas de confort desde las cuales puede perseguir sus intereses con la apuesta y el fracaso, el descubrimiento y el abandono (de ideas, cosas, personas). La duda se convierte tanto en el combustible como en el motor para su producción. Aunque vinculado a él como su creador, piezas individuales de Carabajal trazan una retirada estratégica de las relaciones acogedoras con los demás y con los espectadores -se manifiestan el tiempo suficiente para capturar la imaginación y el deseo de seguir antes de desaparecer en el horizonte de nuestra experiencia conocida. “Este trabajo es independiente. Sólo se hundirá por sus propios agujeros”, dice uno de sus envolturas de dulces intervenidas, mensajes de hoy en botellas, desplazamientos ya señalados a través de su texto trilingüe y envasado. “En medio del mar” es el sitio de la práctica, un lugar fuera de la inevitabilidad del tiempo en el que nada puede-o debe-ser determinado.

El resultado de Carabajal, tanto literario como visual, implica desde hace mucho tiempo, los intereses en constante evolución que conforman un lenguaje codificado: un circo y sus habitantes, miles de reelaboraciones conceptuales del Robinson Crusoe de Defoe, el mar y sus criaturas, buques (para llevarnos hacia -y lejos- de los lugares de su deseo, sus acogedoras e inhospitalarias orillas), los naufragios, los caprichos del destino. Hay poco respiro para los hacedores del mundo. Carabajal, como un Prospero moderno, primero coloniza y luego libera finalmente sus creaciones. Él ocupa su trabajo como su trabajo lo ocupa a él, con su rotativo elenco de náufragos.

Es poco probable que cualquiera de estas obsesiones le abandone en su vida, él seguirá escribiendo sus historias y mantendrá su existencia, aún mientras explore nuevas áreas de interés. Todo está y estará interconectado. El artista emplea la idea de líneas, literal y metafóricamente: parvadas de aves en vuelo, el sonido representado por una línea, un horizonte que conecta dos masas de tierra o dos personas, una línea apenas perceptible finamente dibujada por encima del mundo, la cuerda floja que camina todos los días.

—Deborah de Boer